viernes, 16 de octubre de 2009

Festeja "El tiempo Vuela" 100 representaciones con padrinos de Lujo



Festeja "El tiempo vuela" 100 representaciones con padrinos de lujo

México, 16 Oct. (Notimex).- El monólogo "El tiempo vuela", protagonizado por Ernesto Laguardia, festejó 100 representaciones con padrinos de lujo, la conductora Maxine Woodside, y los productores Carmen Armendáriz y Salvador Mejía, quienes fueron los encargados de develar la placa alusiva.
"Gracias por estar aquí, me siento muy orgulloso de tenerlos, además de que son personas que nos han apoyado a lo largo de nuestra carrera y en nuestras vidas son parte fundamental", señaló Gerardo Quiroz, productor de la obra que aborda el tema del cáncer de mama.

El montaje está basado en una historia real narrada por Laguardia, quien experimenta diversas emociones, pues pasa de la risa al llanto, de la alegría a la tristeza, las cuales contagia al público.

"Yo sí me conmoví mucho, porque tengo muchas amigas conocidas que sufrieron este padecimiento, algunas sobrevivieron, pero otras no, por eso entiendo perfectamente la obra. Yo les diría a todas las mujeres que vayan a checarse, porque el tiempo vuela", indicó Woodside, quien no pudo contener las lágrimas.

"Esta obra surgió después de una conferencia que ofreció el autor, de ahí partió la idea, pero además nos gusta apoyar, en especial a los centros de salud y queremos ayudar no sólo a las mujeres sino a los hombres", indicó Laguardia.

Explicó que dictará una conferencia junto con una farmacéutica para difundir los riesgos que conlleva tener cáncer y las maneras de detectarlo a tiempo.

"Llegar a las 100 representaciones nos llena de emoción, pero siempre queremos hacer más, donar más obras a beneficio o dejar más baratas las funciones para llegar a más público", agregó.

Bajo la dirección escénica de Rafael Perrín, el conductor del programa "Hoy" presenta la vida de "Paul", quien vive momentos trágicos ya que su esposa es diagnosticada con cáncer y muere por esta causa.

El monólogo, que se presenta en el teatro Polyforum, fue escrito en 1987 por Paul Linke, un actor estadunidense que se inspiró en la experiencia que vivió al lado de su esposa, quien falleció por este mal.